sábado, 13 de noviembre de 2010

28 - El verdugo (Berlanga) HOMENAJE


Nota previa para el lector del blog; Conversacines es un lugar donde analizamos a nuestro criterio los films propuestos. La premisa para participar de este blog es haber visto primero la película en cuestión. Durante los siguientes minutos observarás y escucharás temas que te desvelarían partes de la trama. En caso de no haber visto la película no debes de leer los contenidos de este blog, ya que probablemente te reventaremos la misma.

Conversacines y todo el mundo del cine se muestra en la jornada de hoy afligido por la pérdida del que probablemente sea el mejor director español de cine de la historia. Luis García Berlanga nos ha dejado, pero nos queda su obra. Una obra mordaz, inteligente y heredera de esa forma de ver la vida que tenía el realizador valenciano.

Desde Conversacines damos el pésame a todos los allegados al director valenciano, y a toda la comunidad del cine en general.

Participantes 28- El verdugo (Luis Gª Berlanga):

- Juan Caso García (Arquitecto y profesor ETSAS)
- Andrés Cid Fernández (Arquitecto y profesor ETSAS)
- Jesús Daniel De León Rodríguez (Chus) (Estudiante Etsas Sevilla)
- César Bardés Cuéllar (Crítico de cine)

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(Nota: Para ver correctamente el reproductor, recomendamos Mozilla Firefox o Google Chrome)

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PELICULAS:

- El pisito (Ferreri-Ferri) (1959)

15 comentarios:

  1. El cambio de película, tal como se ha hecho, no me parece bien.

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  2. Pues a mí me parece un cambio oportuno y acertado. A ver Chus, si tú y tus contertulios me lográis explicar de una vez cómo fue posible que esta película o Plácido por ejemplo consiguiesen estrenarse en la España de la época. Porque son dos auténticos golazos por la escuadra a la censura y al régimen. Muchas gracias y muchos saludos.

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  3. El verdugo es una obra maestra de humor negro de nuestra sociedad con relación a la pena de muerte el final rebosante de un escenario de músca, luz y vida como contrapunto de la profesión que da titulo a la pelicula., mal catalogada como comedia, Berlanga nos presenta un film lleno de humor negro que nos va adentrando en un espinoso tema dentro de la hipocresia de nuestra sociedad en la España de los años 60 como es la sucesión del odioso oficio y cargo del verdugo.
    La historia empieza cuando un verdugo llamado Amadeo (José Isbert) se deja en la cárcel su maletín con las herramientas. Entonces, un trabajador de una funeraria llamado José Luis Rodríguez (Nino Manfredi) se lo lleva a su casa donde conocerá a su hija Carmen (Emma Penella). Sin esperárselo, pronto empezará una relación con ella y para quedarse el piso que desean tener deberá seguir con el trabajo de su suegro, algo que a él le resulta inhumano y que intentará evitar por encima de todo.
    Y así observamos que en esta escena la importancia y relevancia de la conversación que mantiene Amadeo con José Luís :

    AMADEO: Me hacen reír los que dicen que el
    garrote es inhumano. ¿Qué es mejor la
    guillotina? ¿Usted cree que se puede enterrar
    a un hombre hecho pedazos?
    JOSÉ LUIS: No, yo no entiendo de eso.
    AMADEO: ...Y qué me dice de los americanos.
    La silla eléctrica son miles de voltios. Los deja
    negros, abrasados. ¡A ver dónde está la
    humanidad de la silla!
    JOSÉ LUIS: Yo creo que la gente debe morir
    en su cama. ¿No?
    AMADEO: Naturalmente, pero si existe la
    pena de muerte, alguien tiene que aplicarla.

    Es a mi parecer un enjuiciamiento moral que encierra este diálogo no exime de su responsabilidad al verdugo que, como funcionario del Estado,debe ejercer la función pública que se le ha encomendado. Es por ello, por lo que Amadeo afirma que "...si existe la pena de muerte, alguien tiene que aplicarla", al margen de las consecuencias sociales que acarrea su profesión, hasta el punto en que, como el filme demuestra, un verdugo recibía un trato social más cercano al de un apestado, que al del común de los mortales. No es extraño deducir, pues, que el Estado, para resarcirle de las secuelas que podía ocasionarle su profesión, le otorgara privilegios tales como un alojamiento, y un salario más que dignos.
    Sin duda, el protagonista absoluto, con cuya presencia el espectador se siente totalmente entregado, es el inigualable José Isbert, que murió tres años después de rodar esta película a la edad de 80 años. Esta fue su última aparición en la gran pantalla pero con Berlanga ya había aparecido anteriormente en Bienvenido, Mister Marshall (1953), Calabuch (1956), y Los jueves, milagro (1958), aunque casi todo el mundo lo recuerda por este papel. Juntando una total naturalidad y un enorme talento con una voz bastante afónica y un físico tan característico, sus personajes ayudan a que las historias tengan más credibilidad y, sobre todo, consiguen dejar una huella imborrable en el espectador. De ahí que Azcona y Berlanga, junto con el otro guionista Ennio Flaiano, tuvieran ese ingenio y esa sabiduría de dejarle para él las mejores frases de la película, cuyo resultado es pura delicia llena de ironía mordaz viniendo de la boca de un verdugo: “¿fuma usted? yo debía dejarlo por los bronquios pero no tengo coraje”; “me hacen reír los que dicen que el garrote es inhumano, ¿qué es mejor, la guillotina? ¿Usted cree que hay derecho a enterrar a un hombre hecho pedazos?”.

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  4. En varias ocasiones Luís García Berlanga ha recordado que la pelicula surgió de una imagen nítida que se le había quedado en la memoria
    Desde hacía muchos años y que sólo esperaba el momento adecuado para ver la luz. Luís García Berlanga comentó
    El Verdugo , nació de una única imagen que me perseguia durante años, la nave blanca inmensa y dos grupitos , uno arrastrando a la victima y otro el Verdugo. Nació el relato de la ejecución de una criada , a la que le dieron el garrote en Valencia hacía el año 1947, una de las útlimas veces .
    Se trata de la” Envenenadora de Valencia”, Pilar Pradés Exposito, condenada a la pena capital por haber suministrado un letal ársenico matahormigas, de la marca Diluvio a la señora que se le ha dado garrote en Valencia,. Una criada vinculada , por cierto a ideas poco liberales que respetaba mucho a sus señoritos y envenenaba a sus compañeras. El abogado fue el que contó y en el mismo momento dije, ¡ ¡ ¡esto es una pelicula ¡, pero no tenia más que esa imagen.
    Al verdugo le dio un ataque de nervios, estuvieron toda la noche poniéndole inyecciones , intentandole convencer, y al final tuvo que ir la Guardia Civil y obligarle a ejercer , mientras la victima , contrariamente a lo que yo sacaba en la pelicula , estaba con una tranquilidad pasmosa, dando consejos a su hija sentada ya en la silla.
    Luego cuando escribimos el guión , todo fue ir añadiendo cosa a esa imagen.
    Otras cosas que contaba Berlanga en alguna entrevista era que esa verborrea frecuente que soltaba lo más probable es que fuera producto de su timidez, o sea, que le sirviera como defensa para hablar más él antes que los demás le formularan preguntas. Pero dejando aparte su manera de ser, de la que también se ha dicho que era un perezoso trabajador, la verdad es que en el cine fue único a la hora de juntar, de manera tan tajante, comedia y drama, sobre todo gracias también al tándem que hizo con el gran Rafael Azcona, que falleció en 2008 por culpa de un cáncer. Juntos crearon historias llenas de humor negro rodadas con grandes planos secuencia, algunas con menos valor que otras pero con momentos memorables, como La escopeta nacional (1978) o La vaquilla (1985), y otras tan perfectas e imprescindibles como la simpática e inolvidable Plácido (1961), o la que quiero homenajear en esta ocasión, El verdugo (1964), un glorioso, contundente y rotundo alegato contra la pena de muerte, que contiene frases tan intencionadas y completamente eficaces que componen uno de los films mejor logrados de la historia del cine universal. Sorprendentemente, la película pasó la censura franquista quizás al recibir el premio en el Festival de Venecia (en Italia, Franco era conocido como "el verdugo") y tener el reconocimiento del cine europeo. Pero para Franco Berlanga era "un mal español".
    Por otra parte, la oposición internacional a la aplicación de la pena de muerte concitó una reacción popular, en especial, en contra de las dictaduras vigentes en aquel momento. Y las autoridades españolas no podían permitir, por lo tanto, que el rechazo exterior a tan abyecto acto empañara la imagen de prosperidad asociada a una incipiente industria turística con arreglo a la cual se escondían los defectos del sistema. Es por ello, por lo que la proyección de El Verdugo despertó el recelo del embajador español en Roma, don Alfredo Sánchez Bella, quien remitió una carta dirigida al entonces
    ministro de Asuntos Exteriores en donde definía el filme como "uno de los mayores libelos que jamás se han hecho contra España, un panfleto político increíble, no contra el régimen, sino contra toda una sociedad".

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  5. Como consecuencia del revuelo que provocó El Verdugo, Luis García Berlanga no pudo volver a dirigir en España hasta 1967, con la coproducción argentina La boutique/Las pirañas.
    Merece la pena reproducir aquí algunos de los más controvertidos fragmentos de aquella carta:
    Roma, 30 de agosto de 1963.
    Excmo. Señor Don Fernando María Castiella.
    Ministro de Asuntos Exteriores.
    MADRID
    "Querido Fernando:
    Sólo el viernes 23 tuve la información, a través de Enrique Llovet, de que en Venecia se presentaba la película El Verdugo de Berlanga... Le hice ver las graves
    consecuencias que podían producirse por la proyección de esa película. Coincidió conmigo en la tremenda inoportunidad del tema. Por toda la ciudad aparecían grandes carteles protestando por el ajusticiamiento de los dos terroristas de Madrid y se temían alborotos para la presentación de la película de Bardem [.]
    Hace falta bastante "tupé" para atreverse a decir que en la España actual "nunca pasa nada". ¿Qué tiene que ver la Mallorca de entonces...con la Mallorca, que hoy, tiene más de mil hoteles y millares de turistas?. Es una producción italo-española; a los italianos no se les puede prohibir su proyección...y, por tanto, la exclusión del Festival no resolvería nada. Lo que sí podía intentarse era dar una severa llamada de atención a los autores del desaguisado, para que en la entrevista de Prensa...previa a la presentación oficial con los críticos de cine, trataran de paliar con hábiles declaraciones el efecto político contra España que la película
    puede causar.
    No es posible seguir tolerando estas posturas en el mundo del cine y del espectáculo, y tal vez, acaso, del libro...no puede haber ninguna clase de subvención".

    José Luís García Berlanga, uno de los mejores directores españoles de todos los tiempos, y con sus obras, siempre en nuestro recuerdo.

    Saludos.
    María

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  6. Impresionante la entrada de Eme Soy, estupenda en sus apreciaciones y muy atinada investigadora en sus fundamentos. En cuanto al debate, hay que reconocer la agilidad de todo el programa propiciada, sobre todo, por un Andrés que estuvo entusiasta en sus apreciaciones, con una tormenta de ideas estupenda que daría incluso para hacer un libro sobre la película, la génesis, el desarrollo y el impacto histórico de "El verdugo".
    Como siempre se quedan cosas que se quieren decir y el tiempo se queda corto. Primero, destacar lo a gusto que está uno cuando habla de cine entre amigos. Lo segundo, es que mi escena favorita de la película es, desde luego, ese chiste negrísimo de Pepe Isbert diciéndole a Emma Penella la talla del cuello de Manfredi para que le compre una camisa. Lo tercero es que estuve muy de acuerdo con Juan en una cosa. No es del todo una película neorrealista, sino que más bien es una película realista, es decir, yo me imagino perfectamente toda esta historia contada por Benito Pérez Galdós cuarenta años después de su muerte, con su esperpento, su ridiculización del funcionariado, su crítica a la iglesia y demás ingredientes.
    Habría que decir que el guión, desde el principio, estaba escrito por Berlanga y Azcona y que la productora italiana impuso a Ennio Flaiano para que le diera una vuelta al guión. Berlanga no puso ningún reparo porque ya había trabajado con Flaiano en "Calabuch" (otra película que está mucho, mucho más cerca del cine de Frank Capra que del neorrealismo). La sorpresa es que Flaiano, cuando leyó el guión, dijo algo así como que "no puedo aportar nada a un guión que es perfecto" y se limitó a transcribir el guión al italiano.
    Por otro lado, destacar también esa escena de las Cuevas del Drach en la que la Guardia Civil llama "gritando bajito" a don José Luis Rodríguez, un prodigio de planificación y de aprovechamiento de un espacio turístico que García Escudero utilizó contra la ignominiosa carta de Sánchez Bella, enemigo mortal de Fraga por otro lado, embajador de España en Italia y jefe de los servicios secretos externos que, como dice Berlanga, era un fenómeno porque dijo que de ninguna manera iba a ser elegido como Papa el Cardenal Montini y mira por dónde resultó ser Pablo VI. Berlanguiano, sin duda.
    Lo cierto es que, en todo caso, es una película difícil de analizar y yo tenía algo de respeto por ella porque es tan trágica y, a la vez, tan cómica que muchas veces no se sabe por dónde cogerla y, en todo caso, suele pasar que por donde la coges es por el sitio equivocado.
    En cualquier caso, como bien dijo Andrés, el coloquio fue muy completo y dejo abierto este post porque estoy seguro de que se me ocurrirán más cosas que decir sobre ella. Es una de esas películas que dan vueltas y vueltas y se obstinan en no salir de la cabeza.
    Un abrazo a todos y gracias por hacerme disfrutar tantísimo.

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  7. Por cierto, Jotaeme, espero que tu ausencia se deba a motivos de rutina, el caso es que se te echó muchísimo de menos y espero con impaciencia volverte a oír.

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  8. Si...,

    Es cierto que en este último conversacines, se echo muchisimo de menos a Jotaeme, siempre critico y con muchas aportaciones que enriquecen el conversacines.

    Lamente muchisimo su ausencia, ya que en este conversacines habría dado muchisimo juego y posiblemente habría sido una excelente oportunidad para que el mismo hubiese llegado a cuotas de descargas altas, por el contenido..

    César Bardés, siempre dando lo mejor, pero creo a mi humilde criterio que falto chicha..

    Esperamos escucharte pronto Jotaeme.., el conversacines sin vos suena diferente.

    Un saludo.

    María ( Eme soy )

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  9. Estoy de acuerdo en la falta de algo de vitaminas pero es que yo creo que, precisamente, la ausencia de Jotaeme es la que más contribuye a esa carencia. De todas formas, sigo diciendo que es muy difícil analizar esta película en concreto sin ponerse en la misma posición en la que narra Berlanga. Se escapa por todos los lados porque tiene múltiples lecturas con un humor de una ambigüedad impresionante y resbalando por el aceite más negro. De todas formas, también es difícil hacer un coloquio que sea un homenaje que haga totalmente justicia a quien se haya ido, en este caso, Don Luis.
    De vez en cuando, alguna crítica viene bien para ponerse las pilas o para cambiar de marcha a la mirada.
    Por mi parte, mi agradecimiento Eme Soy, porque así es como se sabe si se acierta o se yerra y eso es muy importante para ir siempre a mejor. Es algo que no se suele tener a mano cuando se escribe en un periódico.

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  10. Gracias César,

    Por tus apreciaciones, pero estabamos muy bien acostumbrados y en ocasiones el relaje en el contenido del programa se nota..., y es cierto que Jotaeme aporta mucho al programa por esa vena critica que tiene ( gustando o no la pelicula ).

    Gracias de nuevo César.

    Un saludo

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  11. Saludos María. Y gracias nuevamente por los excelentes comentarios (joer, había cosas que no sabía).

    Lamento que el programa no haya cubierto tus expectativas, intentaremos hacerlo mejor. Aunque esto es en directo y como nos sale, jeje. Pero tomamos nota.

    Yo también eché de menos a Jotaeme. Esperemos que se deje ver en otros conversacines.

    Un abrazo y gracias comos siempre por estar ahi.

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  12. Chus,

    Gracias a vosotros.., por mantener el hilo al filo de la aguja.

    jejejej..., lo mio es el recabar información para poder vender el producto, ya sabes defecto profesional y eso es lo que tiene el estudio de mercado.

    Gracias de nuevo..

    Un saludo.
    María

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  13. Por cierto, y sin querer ser defensor de la ley de la compensación, también se echó de menos a Raquel, que estoy seguro que hubiera aportado un punto de vista interesante a la película por su condición de mujer (que no suene a que estoy discriminando, todo lo contrario, estoy valorando esa misma condición).
    También quería hacer una referencia, aunque pille un poco de soslayo, a otra burla histórica a la censura y que también tiene que ver con Berlanga y es la realización de la película de Fernando Fernán-Gómez "El extraño viaje" que está basada en una idea del propio Berlanga. Es muy curioso imaginar que mientras Fernán-Gómez se inclinó por una visión grotesca del llamado "crimen de Mazarrón", Berlanga hubiera recalado en su típica versión esperpéntica en una historia que, desde luego, también admitía esa mirada. En todo caso, fue otro regate admirable en el que participó Berlanga y una muestra más de la manga ancha con la que actuó el entonces Director General de Cinematografía José María García Escudero.

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  14. Supongo que como oyente vuestro que soy os debo una explicación y esa explicación que os debo os la voy a pagar. En primer lugar me gustaría felicitaros por el programa- homenaje y por la parte que me toca agradeceros que aludieseis a mi persona y de paso alimentaseis mi ego y mi vanidad que de vez en cuando no viene mal, oye. De todas formas, creo que mi duda existencial era ingenua como ella sola, aunque pienso que son precisamente las preguntas ingenuas las más difíciles de contestar, así que supongo que seguiré haciendo cruces al respecto. No os preocupeis por no resolver del todo mi duda, es que yo soy así.

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  15. En otro orden de cosas, y claro, a salto de mente que no de mata, se me ocurre que existió también versión teatral de "El verdugo", a la que tuve el placer de asistir allá por el 99, creo, con Juan Echanove, inmenso, en el papel de don José Luis Rodríguez, con Luisa Martín en el papel de Carmen y con Alfred Lucchetti en el papel del abuelo. La versión fue espléndida y su principal diferencia es que se disminuyó un tanto el papel del abuelo para dar preponderancia al del protagonista. También es verdad que Lucchetti estaba muy lejos de Isbert pero componía un personaje totalmente diferente para salvar con honestidad las distancias siempre molestas. Es lo que tiene ser amante del cine que, casi siempre, también lo eres del teatro.

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