miércoles, 19 de enero de 2011

32 - My Fair Lady (George Cukor)


Nota previa para el lector del blog; Conversacines es un lugar donde analizamos a nuestro criterio los films propuestos. La premisa para participar de este blog es haber visto primero la película en cuestión. Durante los siguientes minutos observarás y escucharás temas que te desvelarían partes de la trama. En caso de no haber visto la película no debes de leer los contenidos de este blog, ya que probablemente te reventaremos la misma.

La semana que viene tendremos nuestra segunda incursión conversacinera en el mundo del cine musical con la maravillosa versión del Pygmalion realizada por George Cukor con una esplendorosa Audrey Hepburn y un inspirado Rex Harrison.

Veremos como todo en la vida no es lo que parece, y que a veces guiarse por las apariencias puede hacer descubrir un mas que interesante camino.

A su vez, será la primera vez que toquemos la filmografía de otro mas que interesante director, George Cukor nos enseñará mas que nunca que la lluvia en Sevilla es una pura maravilla.

Participantes 32- My Fair lady (G. Cukor):

- Juan Caso García (Arquitecto y profesor ETSAS)
- Andrés Cid Fernández (Arquitecto y profesor ETSAS)
- Andrés Sánchez (Filólogo y profesor de idiomas)
- Claudio Crespo Castillo (Doctor en historia, escritor y guionista)
- Jesús Daniel De León Rodríguez (Chus) (Estudiante Etsas Sevilla)

DALE AL PLAY Y ESCUCHA EL CONVERSACINES
(Nota: Para ver correctamente el reproductor, recomendamos Mozilla Firefox o Google Chrome)

PELICULAS:

- Hamlet (G. Kozintsev) (1964)
- Gertrud (Dreyer) (1964)
- Banda Aparte (Godard) (1964)

10 comentarios:

  1. ¿Le paso algo al conversacines? Que yo sólo lo escucho desde el blog y no veo la esperada actualización.

    Abrazos.

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  2. Aunque sabemos que el programa os gusta, todavía no hemos pensado adelantarlo a los lunes... jejej.

    El programa de "My Fair Lady" es mañana Carpet. A última hora de la noche (A eso de las 12 de la noche) lo tendrás ya colgado en Ivoox.

    Un abrazo y hasta mañana.

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  3. Bueno, Carpet, desde que te nombran por la radio estás de un impertinente y un subido que no veas. Bueno, chicos, pues mucha suerte para el programa de hoy. Seguro que el programa de hoy en Sevilla es una pura maravilla. En honor a la verdad os diré que My Fair Lady es el único de los grandes musicales que se me hace un poco tostón. Pero, no hace falta que tiréis las piedras con tanta fuerza, juer.

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  4. My fair Lady…, interpretada por mi adorada Audrey y vestida como cuan Mari Poppins andrajosa y acompañada del aroma de sus violetas, distinguida en el porte con esa carita que se llena de luz en cuanto sonríe , sus ojos centellean como las estrellas
    Aaayyy ¡!!
    Quién no quería ser Eliza ¿??

    Quiero indicar que antes de empezar a recopilar información y acabar plasmando lo siguiente, una no sabia que para el papel de Mari Poppins se había pensado en Audrey Hepburn, siendo rechazado por ésta y que el papel de My fair Lady lo quería Julie Andrews, pero si es cierto, que encuentro ciertas similitudes en alguna puesta de escena o de vestuario (quizás por la época en la que están ambientadas las dos obras).

    La magia de esta película suscitó en su época, y en épocas posteriores mucha controversia, adorándola y odiándola a partes iguales.

    Cukor y el fotógrafo Cecil Beaton contruyeron una deliciosa cinta llena de magia visual y sonora, con unas actuaciones realmente destacables, sobre todo del trío protagonista, inspirándose en la comedia del autor George Bernard Shaw, "Pigmalión", iniciadora de una corriente denominada el socialismo fabiano (lento, light o gradualmente progresivo).

    Magnífica restauración de decorados diseñados casi en su totalidad por Beaton, con algunas aportaciones de Cukor, representando con la magia exclusiva de aquellos años, escenarios souvenir de la maravillosa ciudad de Londres...

    Y precisamente todo se inicia en uno de esos sitios legendarios de la ciudad inglesa, en concreto el mítico Covent Garden, donde nuestra protagonista, una deliciosa y siempre cautivadora Audrey Hepburn (¿quién dijo alguna vez que nuestra Pe era lo más parecido hoy en día a aquella inimitable e inigualable diva? aaaaarrrrrggggggg!!!!), interpretando el papel de Eliza Doolittle, una vendedora de flores, de carácter rudo y maneras aún más toscas, se encuentra en una fría y lluviosa noche con nuestros otros dos protagonistas, saliendo de una ópera de los alrededores...

    Así, un misógino y clasista profesor de fonética británico para quien el origen de la existencia de clases está en la pronunciación, prosodia y vocabulario de la lengua materna utilizada, el profesor Henry Higgins (magnífico Rex Harrison), y un misántropo coronel del ejército británico y estudioso de las lenguas exóticas, coronel Pickerling (Wilfrid Hyde-White) apalabran una curiosa apuesta que implicará de lleno a nuestra deliciosa protagonista llevando la cinta en todo momento a situaciones y escenarios mágicos que permanecerán imborrables en la retina del espectador una vez haya acabado su visionado.

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  5. Aunque no hay excesivos alardes coreográficos en esta película, la inteligencia de Cukor queda manifiesta en todas las facetas y la planificación, el uso de los decorados, de la gran pantalla en 70 mm son formidables. Su cámara se conduce con brillante estilo en todo momento, siendo algunas secuencias como la de Ascot y la recepción en la embajada de una calidad extraordinaria.
    En cuanto a los actores, Audrey Hepburn posee belleza, encanto y nadie mejor que ella para encarnar la elegancia cuando hay que pasar por una mujer de alta sociedad, pero su handicap es que no canta y aquí fue doblada por la especialista Marni Nixon, que también lo hizo con Natalie Wood en West side story.
    Rex Harrison sin embargo despliega todo su talento y si cuando canta no muestra grandes dotes, lo suplen su gracia y seguridad.
    Siempre es preferible la versión original para apreciar una interpretación, pero en este caso es fundamental ya que se muestra un aprendizaje, además la traducción de algunos diálogos y canciones en el doblaje es nefasta

    La partitura de Lerner / Loewe es magnífica aunque curiosamente la mejor canción "On the street where you live" la canta un secundario.

    En fin, un musical excepcional de un gran director.

    Cuando Julie Andrews ganó el Oscar a la mejor actriz en 1964, agradeció al director George Cukor, que era el director de la película rival de "Mary Poppins", "My Fair Lady". Esto fue un gran sarcasmo pues George Cukor había desechado a una poco conocida Julie Andrews, que era la protagonista original en la puesta teatral de My Fair Lady y había optado por la más conocida Audrey Hepburn, quien ni siquiera fue considerada para las nominaciones a mejor actriz de ese año.

    Como curiosidad el papel de Mary Poppins, fue rechazado por Audrey y ofrecido después a Julie Andrews, dos damas , dos rivales.

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  6. Lo cierto es que yo creo que lo de Cukor fue un acierto. No es dificil imaginar a Julie Andrews de vendedora de flores en un arrabal, pero la elegancia de Hepburn en la gala del embajador le quedaría a años luz a la buena de Julie. Lo más proximo a la aristocracia que pudo estar es como baronesa Von Trapp y no derrochaba mucho estilo que digamos.
    Cuentan que Hepburn se llevó un buen disgusto cuando supo que iban a doblarla en las canciones porque ella estaba encantada con cantar ya que aun sin tener una gran voz entonaba mas que correctamente (Moon River por ejemplo) y su compañero Rex Harrison pese a cantar mucho peor no fue doblado. Aun así, la buena de Audrey asumió perfectamente la circunstancia como criatura adorable que fue.

    Abrazos.

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  7. Lo cierto es que "My fair lady" es una película musical que se apuntó a una moda imperante en aquellos años que fue la de hacer musicales sin apenas movimientos coreográficos. A este grupo de musicales podríamos añadir títulos como "Camelot", de estética claramente trasnochada; o también "La leyenda de la ciudad sin nombre", de los mismos autores Lerner y Loewe que también lo son de "Camelot" y en ambos se pone la música para cantar en "parlor", es decir, casi recitando la canción más que cantándola, como hace Rex Harrison en esta película. También pasaba en "Gigi", que podría ser fácilmente la más preclara precursora de "My fair lady", o el mismo "El hombre de La Mancha", de Arthur Hiller, con Peter O´Toole y Sophia Loren e, incluso, podríamos añadir el "Oliver" de Carol Reed que tiene dos números coreográficos tan sólo entre tantísimos temas o, ya más tarde, "El pequeño príncipe", que tan sólo cuenta con la aparición de Bob Fosse y qué aparición para marcarse unos pasitos.
    Es por ello, como apasionado del baile, que "My fair lady" entra en mis preferencias por su estética aunque no por su concepción y, de paso, respondo a Andrés que, muy acertadamente, dice que en mi libro no hay ningún musical. Es cierto, lo cual no quiere decir que no los ame. Los amo y mucho y creo que mis primeros amores en el cine tenían música a raudales. Sin embargo, voy a decir un musical que, para mí, entra de lleno en mi concepción de lo que es una auténtica maravilla en ese terreno y no es otro que "West side story", de Jerome Robbins y de Robert Wise aunque yo le doy esa importancia por el extraordinario avance coreográfico que supuso, al igual que lo fueron las coreografías de Gene Kelly o de Hermes Pan o de Michael Kidd o, desde luego, de mi admirado Bob Fosse que ya en "Kiss me, Kate" demostró lo que era capaz de hacer.
    En cuanto a Julie Andrews, no puedo más que estar de acuerdo con Carpet en que sí creo que podría haber estado muy bien en el papel de Eliza aún reconociendo la menor elegancia y la mayor cursilidad que se destila en la mayoría de sus interpretaciones en comparación con Audrey Hepburn pero no me parece, en principio, una mala elección. Lo cierto es que fue Jack Warner quien eligió al director y su primera opción no fue George Cukor, sino Vincente Minnelli y las razones por las que apartó a Andrews fueron más comerciales que otra cosa porque recordemos que, por esa época, Julie Andrews apenas había hecho cine mientras Audrey Hepburn era toda una estrella. La primera opción para los papeles masculinos de Jack Warner, efectivamente, fue la de Cary Grant para interpretar a Henry Higgins y la de, atención, James Cagney para el papel de Alfred Doolittle.

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  8. Grant fue apartado porque se comprobó que su inglés era "cockney" y no servía en materia de dicción y Cagney estuvo muy, muy tentado de aceptar pero al final él mismo rechazó el papel porque no quería salir de su cómodo retiro propiciado por Billy Wilder desde "Uno, dos, tres". La opción de Harrison fue sugerida por el propio Cary Grant cuando O´Toole fue descartado por sus pretensiones económicas y le dijo estas palabras a Jack Warner:
    - Deja de hacer el idiota y contrata a Rex Harrison.
    Sobre Rex Harrison hay que decir que tenía un peculiar sentido del humor y que en el maravilloso número de "I´ve grown accostumed to her face" lo ensayó una y otra vez con la frase "I´ve grown accostumed to my cock", que en inglés viene a decir algo así como "He llegado a acostumbrarme a mi p...". Por supuesto, arrancó muchas risas a todos los que participaban en el rodaje.
    La contratación de Cecil Beaton fue acogida con alegría por Cukor que decidió rodar toda la película en interiores porque aborrecía los rodajes en Inglaterra:
    - Siempre están interrumpiendo el trabajo para tomar el té.
    Así que el rodaje íntegro se hizo en Hollywood. Lo cierto es que lo que empezó con una buena noticia acabó siendo una tensa relación por motivos puramente homosexuales. Ambos lo eran y Beaton no aguantaba de Cukor su "relación de amor-odio con Inglaterra, con los homosexuales y con los intelectuales" y se daba la circunstancia de que Beaton era las tres cosas. Además a Cukor, por otra parte, le molestaba que Beaton fuera levemente antisemita y que presumiera de haber hecho el amor con Greta Garbo. Para él,Cecil Beaton era el tipo de homosexual chillón que siempre había despreciado y al que siempre había hecho blanco de comentarios ácidos. Tanto es así que Cukor negó el mérito de la dirección artística a Beaton en la película atribuyéndole sólo el diseño de vestuario:
    - Beaton no me cae nada bien. Fue lo único desagradable de toda la película, creo que es muy poco generoso y siempre anda buscando publicidad y también es terriblemente pretencioso.

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  9. La decisión de doblar a la Hepburn fue toda una humillación que, por supuesto, la privó de la nominación al Oscar y vino dada porque parece ser que en algunos momentos de la partitura no llegaba a dar la nota con claridad y eso era bastante posible, de todas formas, no quedan documentos de todas sus grabaciones porque la mayoría han sido destruidas menos las mencionadas por Andrés en la charla.
    Lo cierto es que Cukor tuvo que lidiar con una notable dificultad y era que Audrey Hepburn lo hacía mejor cuantas más tomas se hacían mientras que Rex Harrison estaba fantástico en las dos primeras. Cuando tenía que resolver el plano-contraplano entre ellos, rodaba primero a Harrison para terminar cuanto antes y evitar que el maquillaje necesario para la Hepburn se marchitara.
    El resultado fue que no es que Audrey Hepburn esté mal, es que Rex Harrison está superior. En cuanto a la dirección de Cukor, estupenda en lo que se refiere a la parte actoral, no es tan maravillosa puesto que, prácticamente, se limita a trasladar la obra de teatro (he conseguido ver dos versiones de la obra, la española con José Sacristán y Paloma San Basilio y otro, muy interesantes, en la Volksoper de Viena) pero con una modificación básica. En la obra hay una leve referencia homosexual a los personajes de Higgins y Pickering que en la película está hábilmente suprimida.

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  10. Por último, decir que ante la falta de resultados positivos que obtenían con el número de "I´ve grown accostumed to her face" la decisión de Cukor fue muy clara. Le dijo a Rex Harrison que hiciera lo que quisiera, que la cámara le iba a seguir hiciera lo que hiciera y así es como se hizo y esa es la razón por la que se deja la sombra que Claudio hábilmente hace notar en el coloquio.
    Finalmente, Cukor nunca se mostró especialmente orgulloso de "My fair lady" aunque estaba encantado con que le hubieran concedido el Oscar pero Cukor siempre había manifestado sus preferencias por otras películas suyas como "David Copperfield", "Romeo y Julieta", "Luz que agoniza", "Historias de Filadelfia", "Doble vida" o "Nacida ayer".
    En cuanto al coloquio quisiera destacar el análisis espacial de Chus, muy brillante; la atinada opinión que Juan expresó en todo momento y, por supuesto, la voz de la sabiduría que Claudio introdujo como auténtico experto en cine y, sobre todo, en musicales.
    Un abrazo para todos y gracias por un buen rato de cine.

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