miércoles, 25 de mayo de 2011

41 - Sed de mal (Orson Welles)


Nota previa para el lector del blog; Conversacines es un lugar donde analizamos a nuestro criterio los films propuestos. La premisa para participar de este blog es haber visto primero la película en cuestión. Durante los siguientes minutos observarás y escucharás temas que te desvelarían partes de la trama. En caso de no haber visto la película no debes de leer los contenidos de este blog, ya que probablemente te reventaremos la misma

El próximo programa Conversacines abordará por primera vez la figura de un director español nacido en ronda llamado Orson Welles (jeje). Una de las figuras mas influyentes de la historia del cine y sobre la cual se han escrito millones de libros.

Sed de mal es una de sus obras cumbres, con un buen reparto y con momentos de cine espectaculares (uno de los mejores planos-secuencia de la historia del cine).

Te esperamos en dos semanas en tu programa favorito de radio.

Participantes 41 - Sed de mal (Orson Welles):

- Raquel Jaén (Estudiante Etsas)
- Juan Caso García (Arquitecto y profesor Etsas)
- César Bardés Cuéllar (Crítico de cine)
- Jesús Daniel De León Rodríguez (Chus) (Estudiante Etsas Sevilla)

DALE AL PLAY Y ESCUCHA EL CONVERSACINES
(Nota: Para ver correctamente el reproductor, recomendamos Mozilla Firefox o Google Chrome)


PELICULAS:

- Sed de mal (O.Welles) (1958)
- Rufufú (M.Monicelli) (1958)
- El cebo (L.Vajda) (1958)
- Mi tío (J.Tatí) (1958)
- El rostro (I.Bergman) (1958)
- Drácula (T.Fisher) (1958)

Referencias nombradas en la charla:

- Orson Welles

Referencias externas:

2 comentarios:

  1. Caaaaaachiiiiiiiiis !!!

    No funciona el enlace de Radiopolis, ni el del conversacines y hoy el programa tenía miga prometía.

    En 1958, de la mano de Charlton Heston, Welles consigue realizar en Estados Unidos uno de sus mejores trabajos (quizás sólo superado por "El cuarto Mandamiento" y "Ciudadano Kane")
    Basada en la novela "Badge of Evil" de Whit Masterson, el film explora la línea moral, ética e incluso étnica demarcada entre dos agentes de la ley, interpretados de forma magistral tanto por el propio Welles como por Charlton Heston. El primero, un irascible capitán de policía estadounidense, xenófobo y de difuso sentido de la justicia; el otro, un honesto policía mexicano, aguerrido y suspicaz.

    A todas las virtudes del film se le suma la gran banda sonora de Henry Mancini, el gran reparto de estrellas, entre ellas unos geniales Akim Tamiroff, Joseph Calleia y Dennis Weaver; la participación especial de Zsa Zsa Gabor y Marlene Dietrich, además de los cameos tanto de Joseph Cotten como de la inquietante Mercedes MacCambridge, quien dos décadas más tarde proveería la voz del demonio en “el exorcista”

    Sed de mal empieza con el celebérrimo plano-secuencia (larga toma sin cortes) sobre un paso fronterizo entre México y los United States. Es de noche y este plano, con la cámara en grúa/s, no deja de ser espectacular. Los cabarets, unas pocas tiendas, las calles semivacías y sin embargo "activas", todas esas fachadas de divertimento al paso, de transición, se alternan sobre la pantalla hasta que el estupendo convertible de Mr. Linnekar –poderoso empresario de la región– estalla y se prende fuego a poco de trasponer el límite entre ambos países.

    Existen varias versiones de cómo esta película terminó haciéndose realidad. La más divertida de todas ellas posiblemente se la inventó el propio Orson Welles: es aquella en la que, mientras hablaba por teléfono desde un aeropuerto, y le preguntaban qué novela querría adaptar, se fijó en una ediciión barata de ‘Badge of Evil’; (error mío, notificado por el comentarista Malvado Aspersor, pues esta anécdota pertenece a ‘La dama de Shanghai’), escrita por Whit Masterson (seudónimo para dos autores que escribían al alimón, Robert Allison “Bob” Wade y H. Bill Miller). En realidad, Charlton Heston, que era una estrella emergente a mediados de los cincuenta, quería como compañero de reparto a Orson Welles, y se lo impuso a la Universal. Una vez convencidos, también les propuso que fuera él quien la dirigiera, propiciando su regreso a Estados Unidos, después de filmar tres películas en Europa. Welles cogió una mala novela de policías corruptos, escribió el guión en pocas semanas, y se propuso un regreso triunfal a Hollywood que nunca tuvo lugar, porque como dijera Jonathan Swift: “Cuando aparece un gran genio en el mundo se le puede reconocer por esta señal: todos los necios se conjuran contra él.”

    Uno de los grandes títulos de la filmografía de Orson Welles. Este hombre genial, que deslumbró con su talento multifacético, tuvo siempre muy mermadas sus posibilidades de dirigir. Tras Ciudadano Kane se labró una fama de director difícil, por lo que saber cuándo iba a acometer un nuevo proyecto era todo un misterio: pocos estudios se arriesgaban a darle la oportunidad, y a veces Welles se las debía arreglar para convertir tramas más o menos mediocres en películas que trascendendían sus estrechos márgenes para así convertirse en cine con mayúsculas. Fue el caso de Sed de mal, adaptación libre de Welles de "Badge of Evil", novela negra de Whit Masterson. La revista cinéfila "Cahiers du cinéma" la definió como "la mejor película de serie B que jamás se haya hecho".

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  2. Fue un coloquio, en mi opinión, estupendo, con gran nivel del moderador y de los maravillosos contertulios, hasta tal punto que creo que, sin llegar a abarcarla del todo, sí que hemos acariciado con las manos esta obra maestra de Welles. Mención especial para Raquel que, con su mirada fresca, aporta nuevas visiones y de indudable valor a todos los que la escuchamos.
    Poco se puede añadir, pues, a esta película. Quizá puntualizar lo que dijo Juan sobre los proyectos inacabados de Welles que, mas que por su inquietud, se debe a que Welles fue bien conocido como uno de los directores de más legendaria mala suerte de la historia del cine. Ahí está el ejemplo de "The deep" que tuvo que suspenderse en pleno rodaje por la muerte del protagonista Laurence Harvey. Años después esta película se rodaría con el título de "Calma total", con Nicole Kidman, Sam Neill y Billy Zane en los principales papeles. O cómo prepara una versión del "Julio César" de Shakespeare y, en ese mismo instante, Joe Mankiewicz también está preparando con un viejo enemigo de Welles como John Houseman su afamada versión con Brando, Mason, Gielgud, Kerr, Garson, Calhern, O´Brien, MacReady lo que le lleva a una inevitable suspensión al no poder competir con tan impresionante reparto y, con cierta ingenuidad, Welles llega a enviar un original de su guión a Houseman para ayudarle en su versión. Houseman se lo devuelve sin abrir.
    En cuanto a los planos de la película, hay dos que me gustaría comentar que son simplemente fantásticos. Uno es ese plano que se abre entre las piernas de la bailarina del local de Grandi, un plano de suma perfección y que ya desde su misma apertura describe el ambiente. Otro es cuando Heston acude al bar donde están Pancho y los demás y agarra a uno de ellos y lo arrastra por la barra mientras Welles hace un travelling inverso, es decir, hacia atrás. En ese momento, ese plano repleto de furia añade aún más indignación a la que siente Heston y me parece de una precisión fuera de serie.
    Y en plan anecdótico y como reflejo de la auténtica manía que le profesaban en Hollywood, "Sed de mal" se estrena en cines de barrio y en programa doble pero a un ejecutivo de la Universal se le ocurre la brillante idea de enviarla al Festival de Cine de la Expo de Bruselas, en cuyo jurado estaban personajes de la talla de Jean Luc Godard y François Truffaut. La película se alzó con el premio máximo. Cuando en la Universal se enteraron de ello, el ejecutivo responsable de enviar la película al festival...fue fulminantemente despedido. De ninguna manera podían dejar que un tipo se hiciese dueño y señor de las ideas y narrativas del cine con la única arma de su talento.
    Lo dicho, Chus, Juan, Raquel, un placer y una maravillosa oportunidad para hablar de una película que, como ya dije en otro sitio, sería una de mis elegidas para llevármela a una isla desierta.
    Soy César, que no me deja publicar con mi nombre.

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