miércoles, 19 de febrero de 2014

99 - Sombrero de copa (Mark Sandrich)



Nota previa para el lector del blog; Conversacines es un lugar donde analizamos a nuestro criterio los films propuestos. La premisa para participar de este blog es haber visto primero la película en cuestión. Durante los siguientes minutos observarás y escucharás temas que te desvelarían partes de la trama. En caso de no haber visto la película no debes de leer los contenidos de este blog, ya que probablemente te reventaremos la misma.

Jerry Travers, un astro de la comedia musical americana, llega a Londres y se instala en la habitación del productor de su obra, Horace Hardwick. El azar le hace conocer a la bella modelo Dale Tremont, que se aloja en la habitación de abajo. Ella le toma, erróneamente, por Hardwick y, al enterarse que está casado (en realidad, y aunque no lo sabe, con una amiga suya, Madge), le rechaza y viaja con su jefe, el modisto Alberto Beddini, a Venecia, donde, por despecho, se casará con él. (FILMAFFINITY)

Participantes:

- Juan Caso García
- José Figueruela
- Gorka Fernández.
- César Bardés Cuéllar
- Jesús Daniel De León Rodríguez


DALE AL PLAY Y ESCUCHA EL CONVERSACINES
(Nota: Para ver correctamente el reproductor, recomendamos Mozilla Firefox o Google Chrome)





4 comentarios:

  1. GRACIAS MAESTROS

    Hicieron realidad mi sueño,ya estoi zapateando a lo Fred Astaire.
    El blog ya lo tengo muy recomendado,se lo merecen.

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  2. Gracias a ti Leonardo por participar y sugerirnos películas a comentar. Para nosotros es todo un placer corresponder a vuestras peticiones.

    Sin vosotros esto no sería posible.

    Un abrazo.

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  3. ¡ Qué cerquita del programa 100 está la cosa !

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  4. Hay que decir que el debate fue sobre partituras porque parece como si los participantes fuéramos un cuerpo de baile vestido de frac que hacía maravillas con un bastón y con una canción del gran Irving Berlin. Con su carga de levedad, el debate sobre la película fue acertado y, sin llegar al ritmo de otros anteriores, muy, muy agradable. Un "Cheek to cheek" con todos los oyentes, hay que reconocerlo.
    Habría alguna cosita que faltó por decir. Por ejemplo, Helen Broderick, la estupenda e irónica esposa de Edward Everett Horton en la película, es la madre de Broderick Crawford, unos poquitos años después reconocido por el Oscar por su relampagueante interpretación en "El político".
    Por otro lado, habría que decir que este musical RKO surgió para competir con los musicales de gran formato que la Metro-Goldwyn Mayer estaba haciendo en la época con Busby Berkeley dirigiendo cuerpos de baile numerosísimos y componiendo esos caleidoscopios humanos que eran marca de la casa. No hay que correr mucho para recordar películas como "La calle 42" (dentro de esta película estaba la chica con la que Fred Astaire, realmente, quería formar pareja hasta que alguien tuvo la idea de juntarlo con Ginger Rogers. Su nombre era Ruby Keeler). o "Vampiresas 1933" o "Desfile de candilejas", musicales que también pasaron a la historia pero que no se basaban en una pareja protagonista como es el caso de los musicales RKO.
    Por otro lado, la relación entre Ginger y Fred fue convenientemente publicitada y se llegó a sugerir que había un romance entre ambos. Ginger Rogers llegó a reconocer en cierta ocasión que "Fred era un tipo simpático pero en cuanto llegaba al plató se convertía en el hombre más aburrido del mundo", en referencia a su obsesión por el trabajo. Fred Astaire dedicaba nueve meses al rodaje de cada película para que los números estuvieran perfectamente coreografiados por Hermes Pan que es quien hizo la mayoría de las coreografías de sus películas. En todo caso, Ginger negó siempre que sus relaciones fueran malas pero nunca llegaron a más que a cordiales.
    Por otro lado, habría que decir las palabras que Gil Parrondo dedicó a los decorados de esta película:
    ""Era un nuevo sentido de la decoración, de las puertas, de los muebles...que no tenía nada que ver con los que teníamos en nuestras casas, no había posibilidad de compararlos, no eran iguales, aquellos decorados blancos no eran decorados...eran otra cosa".
    En relación a esto habría que decir y rendir un aplauso entusiasta a los que fregaban los suelos en aquel plató.
    No, no me he vuelto loco. Los suelos eran de baquelita negra brillante, un antecedente del plástico que para mantenerla en las debidas condiciones se recubría con cartulinas durante los ensayos con las cámaras y entre cada plano eran necesarios unos interminables intermedios en los que cualquier pequeña rozadura que se hubiera producido durante el rodaje tenía que ser reparada concienzudamente con un producto especial llamado Energine, un aceite muy eficaz para ocultar las imperfecciones, pero que convertía a los suelos en peligrosas superficies resbaladizas. Para ello, había un ejercito de friega suelos que se esforzaban en pasar las fregonas empapadas en este producto que, naturalmente, también había que dejar secar puesto que los bailarines se podían dar un golpe de baile de los que hacen época.
    En todo caso, un gran debate, muy interesante, que evadió a todos y nos puso al lado mismo de Fred y Ginger.
    Abrazos.

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